lunes, 1 de julio de 2013

Últimos días

Parece que tenían razón y que en julio llueve más…pero tanto como inundaciones, no sé yo.  Pero después de dos semanas sin ver el cielo…se agradece un poco de lluvia la verdad. Lo que sí es seguro es que ya sólo me quedan 10 días en Tianjin y que ya estamos haciendo planes de: últimas compras, última vez que vamos a comer esto, última vez que vamos a comer lo otro, última vez…y la lista de “últimas veces” continua.

¿Qué cómo están los chinos? Igual de locos que siempre. El otro día me subí en el ascensor con una de las mujeres que limpia en la residencia y ni corta ni perezosa se me acerca y me comienza a tocar el pelo, a cogérmelo y a decirme que cuánto pelo tenía, que si el color era natural, etc. Y yo lo único que podía hacer era sonreírle y decir que sí a todo.

Luego uno de los 叔叔 (guardias) de la residencia me comenzó a dar conversación cuando estaba esperando a una chica china. De dónde era, que si me gustaba el futbol porque en España era muy famoso, que cuando volvía a casa, si volvía el año que viene, que si en España se hablaba español o inglés…

Pero lo mejor de estos días fue lo que me pasó el domingo. El otro día Fiamma me dijo que había una chica china, cuyo nombre inglés es Jessie, que estaba buscando a un extranjero para hacer de profe de inglés el domingo dos horas. Me dijo que pagaban bien (150 yuanes la hora) así que bajé a hablar con ella porque estaba interesada…un dinerito extra para los últimos días no viene mal ¡oye! Después de hablar con ella me dijo que me vendría a buscar el domingo a las 9 de la mañana porque la clase era de 10 a 12 y que nos manteníamos en contacto y me mandaría un correo con la información de la clase.

Me tiré todo el sábado esperando su correo o su llamada, pero nada. Yo de mientras estuve preparando juegos y canciones porque no sabía qué me esperaba en esa clase. Sólo sabía que era una clase-fiesta y que los padres estarían allí.

Pues bien, el domingo a las 7 de la mañana la señorita Jessie decide llamarme y despertarme para recordarme que a las 9 me pasaba a buscar por la residencia. Obviamente me cagué en ella porque yo estaba plácidamente dormida pero me quedé más tranquila sabiendo que aún se acordaba de mí.

A las 9.30 de la mañana y después de llamarme para decir que llegaba tarde, me monté en un taxi con Jessie con rumbo desconocido. Después de 20-30 min de taxi llegamos a un edificio donde, en el segundo piso, estaba la escuela de inglés donde iba a dar la clase. Lo mejor de todo fue que durante el viaje en taxi Jessie me estuvo contando el “planning” de la clase que consistía en ver una peli, un powerpoint, enseñarles how are you, how old are you, las frutas porque ella tenía imágenes, juegos y un helado.

Pues a las 10.10 me dice una de las profesoras: Ya puedes empezar. Mi cara de: ¿no tenían que ver una peli primero? Y su cara de: No sé de que me estás hablando….eran un poema.

Así que nada…me puse a enseñarles el “what is your name?” y a los 5 minutos vino Jessie a traducirme (Thanks God) porque los niños eran de 6 a 9 años y no se enteraban de nada. Me tire una hora y media repitiendo el what is your name, how are you, how old are you como quinientas veces y cada vez que lo decían bien les tenía que dar una pegatina como premio: a ellas una pegatina de la barbie y a ellos de bob esponja.  Jessie me dijo que los pusiera en pareja para que practicaran pero obviamente no se movían ni hacían nada así que tuve que ir pareja por pareja diciendo: vale, ahora tú tienes que preguntarle esto, y tú tienes que contestar lo otro…muy bien, una pegatina!

A las 11.20 me dicen que hay descanso y nos dieron un helado que consistía en hielo picado con líquido de color por encima para darle un poco de sabor. Mientras tanto los padres estaban fuera de la clase mirando a sus hijos, mirándome a mí, sonriendo… De repente, aparece Jessie con su móvil y dice: ¡una foto conmigo! Y después de eso ya vino el desmadre… me hice fotos con todas las profesoras y con todos los alumnos. Es más, con cada niño me hacían dos por si una salía mal y los padres mirando orgullosos como sus hijos se hacían una foto con un extranjero. A las 11.50 y a diez minutos de acabar la clase volvimos a cerrar la puerta para repasar lo que habíamos hecho y para que cuando yo dijera “what’s your name?” ellos contestaran a coro “my name is…” porque la idea era abrir la puerta para que los padres vieran como sus niños contestaban a las preguntas que yo les hacía.

Y eso fue todo…300 yuanes por enseñarles 3 cosas y hacerme fotos con ellos. Luego Jessie me acompañó a la residencia y me pagó el taxi.

Hoy hemos ido a preguntar nuestras notas y a recoger el certificado peeeeeeero….nos han perdido la foto así que mañana tenemos que ir a llevar otra. De notas he sacado 97 en tingli (comprensión auditiva), 94 en kouyu (la de hablar), 90 en yuedu (comprensión lectora) y 80 y algo en la de gramática…que no me he enterado lo que me ha dicho la mujer pero ya mañana preguntaré otra vez. Así que contenta porque este semestre nos habían metido más caña que el anterior.

Y poco más que contar…ya me despido.


¡Nos vemos en 10 días!

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