Sí
chicos, ese momento que todos temíamos (o almenos yo) ha llegado. Y ese momento
es cuando la temperatura máxima y la mínima están bajo cero. Es muy divertido
estar a -2 o -3 cuando son las dos de la tarde, pero lo más divertido es que lo
peor está por llegar. Según algunos chinos, esto no es frío todavía. Yo no sé
qué va a ser de mí, por eso escribo ya en el blog, para que sepáis que si no
doy más señales de vida, es que me he convertido en cubito de hielo y no puedo
teclear.
En
general aquí la vida es bastante monótona, pero para paliar el frío, siempre
hay anécdotas que contar y actividades que hacer.
1. El país del sol naciente. En
nuestra clase hay un japonés muy majo que se llama Takuma que se piensa que los
españoles estamos medio locos (sobretodo Meri) pero que, en el fondo le caemos
bien, y por eso muchas veces está con nosotros. Pues bien, cuando estuvo Kiwin aquí, hicimos
una cena china-española con las chinitas con las que hacemos tándem y también
invitamos a Takuma.
Por
eso, un día decidió invitarnos a una cena japonesa. La comida está muy rica.
Hicimos un tipo de tortilla/pancake con harina y huevo y con verduritas y
carne. Y luego unas bolas hechas con harina y agua rellenas de salchichas,
queso y mochi. Lo mejor de todo es que para hacer las bolas tiene una especie
de grill con agujeros donde echas la masa por encima y luego le va dando la
vuelta con los palillos para que acabe en forma de bola. ¡Todo un arte! Meri,
Mark y Fiamma intentaron hacerlas y no les salieron mal del todo. 加分儿, chicos! Mini punto! Eso sí, lo mejor fue el postre porque a esas
mismas bolas, les añadimos chocolate por dentro… ¡se nos hacía la boca agua!
Además,
estamos aprendiendo algunas palabras en japonés gracias a Takuma. Hay algunas
muy curiosas porque la pronunciación se parece a palabras en español pero el
significado no tiene nada que ver.
- Unacasita: Tengo hambre
- Chotomate: espera un momento
- Mochilon: por supuesto
Nota:
Por favor, si alguien que estudia japonés está leyendo esto, ya sé que está mal
escrito pero cuando hablas suenas así y es gracioso.
2. Deporte: Cada lunes, los de
la oficina internacional, han organizado unas jornadas deportivas. Es decir,
aquellos que quieran, van al gimnasio de la uni a jugar a diferentes
“deportes”. Y lo pongo entre comillas porque el único deporte de verdad es el
bádminton y el resto son pingpong, billar, indiaca y clase de taichí. Menos el
segundo día que jugamos a pingpong , el resto de días estamos jugando a bádminton.
Al principio, daba bastante pena, pero poco a poco le voy cogiendo el
tranquillo y voy mejorando. Creo que esta idea del deporte, es la mejor idea
que han tenido los de la oficina de internacionales desde que llegué aquí.
La
semana que viene ya es la última clase, pero quién sabe, alomejor seguimos
yendo por nuestra cuenta porque la verdad es que es bastante divertido.
3. Una enfermedad llamada brisca:
Todo empezó hace un mes y medio, cuando alguien sugirió jugar a la brisca. A
partir de ese momento, la cosa ha ido de mal en peor. Lo que comenzó con un
simple juego, ya es una adicción y jugamos día y noche. Para jugar siempre hacemos equipos para que
sea más táctico y por eso tenemos que ser cuatro o seis para jugar. Entonces siempre
ocurre ese momento en el que volvemos de comer o cenar, nos sentamos un rato en
el lobby, nos miramos (aunque mentalmente estamos contando las personas que
somos), algunos empiezan a sacar cosas de la mesa y otra persona saca las cartas.
Todo esto sin decir ni mu.
Otra
situación graciosa es cuando estamos sentados y somos cuatro o seis y una
persona decide ir un momento al lavabo o a su habitación y le preguntamos: Pero
vas a volver, ¿no? Y no es porque estamos disfrutando tanto de su compañía que
queremos que se quede (que también), sino porque sin ella no podemos jugar a la
brisca.
Además,
en chino para decir “cuidado”, se dice 小心 (xiaoxin)
que significa “pequeños corazones”. Así que cada vez que alguien hace la
traducción literal de esta palabra, todos estamos pensando en la brisca (porque
jugamos con cartas de póquer).
Tenemos un problema serio, ¿verdad?
4. Amigo invisible: Este año
para Navidad, hemos decidido hacer el amigo invisible con algunos amigos de
nuestra residencia. La cosa queda así: cinco españoles, una portuguesa, dos
italianas, una peruana y un japonés. Sí, los latinos siempre acabamos juntos
pero esta vez hemos adoptado a un asiático que poco a poco va aprendiendo
español. La idea es ir a comer después
de clase, (sí, tenemos clase 24
y 25, ¡¡yupi!!) y luego volver para darnos los regalos, en los que tiene
que haber una pista en chino para que tu amigo invisible adivine quién eres.
Además, como buenas catalanes que somos, también vamos a hacer “el caga tió”
porque hemos comentado la idea a varias personas, y a todo el mundo le parece
muy divertido que hagamos cagar a un tronco con cara.
Así
que, aunque estemos lejos de casa, estamos buscando maneras para celebrar la
navidad y poder sentirnos como en casa. Además, nuestros queridos padres no han
mandado o nos están mandando cajas con embutido, turrones, polvorones... así
que, aunque no tendremos gambas a la plancha, sopa de galets y otras cosas
ricas que tenéis por esas tierras occidentales, algo en condiciones comeremos.
Y eso es todo de momento, un beso desde Tianjin :D