sábado, 5 de enero de 2013

Año nuevo lejos de casa


Brindemos por un año más, un año menos… Parece mentira pero 2012 ya ha llegado a su fin y yo aquí en China. Quién me iba a decir a mí hace un año que iba a estar celebrando la entrada al nuevo año tan lejos de casa. La verdad es que después de cuatro meses aquí, me hubiera gustado estar en casa para celebrarlo con la familia, pero, por suerte, también tengo una pequeña familia en Tianjin que hacen que estas fiestas sean más llevaderas.

Además, los chinos son tan majos, que nos han puesto exámenes en estas fechas. Ya he acabado los exámenes y en todos he sacado excelentes yeah bitches!  Pero no os penséis que soy una crack porque nada que ver. Aquí en China, el ir a clase y esforzarte lo valoran mucho y si el examen lo haces medianamente bien, tienes buena nota asegurada. 

Pero aunque tengamos exámenes, no íbamos a estar aquí encerrados sin celebrar la entrada al nuevo año. Así que nos arreglamos y nos fuimos a un restaurante a cenar. Después, nos fuimos a otro a tomar algo y a esperar que llegaran las doce.

A las 11 de la noche, brindamos por la llegada del 2013 en Japón, porque Takuma estaba con nosotros y justo cuando se acercaba la hora en China comenzaron a poner música. El gran momento fue que entramos en el nuevo año bailando la macarena en China.

Después fuimos a una discoteca cerca de ese bar a bailar un rato y de vuelta para la residencia. Ese mismo día, habíamos comprado uvas, así que Marc, Meri, Ari y yo decidimos esperar hasta las 7 de la mañana para poner TVE y comernos las uvas con las doce campanadas. Ari se fue a dormir y antes de las siete vino a nuestro cuarto. Meri y yo nos quedamos un poco dormidas, pero Mark fue el campeón que estuvo despierto hasta las 7. ¡Ole tú!

A las 6.30 de la mañana me puse a hacer skype con mi familia y luego a quitarle las pepitas a las uvas y a esperar que Imanol Arias y la Igartiburu se callaran de una vez (sí, teníamos sueño y nos estaban rallando con tanta charla. Además primero nos desean lo mejor a los que no estamos en casa y luego nos dicen que se han comido un bocadillo de jamón… ¡malas personas!) y comenzaran las campanadas. Dong! Dong! Y así hasta 12, y como cada año, con la boca a petar de uvas, nos deseamos el nuevo año.

El resto sigue como siempre: pasamos frío, jugamos a la brisca, a Meri y a mí nos siguen confundiendo, cotilleamos, seguimos pensando que los chinos están medio locos, nos reímos por tonterías….y estudiamos chino de vez en cuando (que para eso estamos aquí).

En esta entrada no me voy a enrollar mucho porque simplemente os quería desear un buen año nuevo. Espero que 2013 sea mucho mejor que 2012 y que todo lo que deseéis se haga realidad. Espero que disfrutarais mucho de la noche y no os atragantarais con las uvas.  

Un beso muy grande para todos y ¡feliz año nuevo!